miércoles, 25 de mayo de 2011
jueves, 14 de abril de 2011
Un Comentario Bíblico para mi Generación
Como pastor de una iglesia creciente, nacido bajo las bancas de una iglesia tradicionalista; pero llena de la palabra de Dios. Bajo la tutela de padres celosos de la “sana doctrina” y rodeado de experiencias sobrenaturales a las que muchas veces no les encontré explicación bíblica exacta.
Para estas fechas de abril del 2011, me toco hacer un viaje a ciudad de Panamá, viajé para acompañar a un pastor amigo a dejar al aeropuerto de panamá a un maestro de la palabra con una unción apostólica y quien había estado predicando en nuestra iglesia. El camino por tierra desde Costa Rica de 12 horas hasta ciudad de Panamá nos dio mucho espacio para comentar temas profundos e inquietantes.
Luego abrí mi Facebook, portal internauta, lugar donde todos opinan y la mayoría “según su propia opinión”. Las sorpresas y desazones crecieron en mi corazón y logre ver la necesidad de al menos para mis ovejas y discípulos, traer sobre sus pupitres comentarios bíblicos que trajesen luz y una posición definida, clara y balanceada sobre los temas que nos atañen a esta generación.
Muchos de los comentarios bíblicos, ya sea de los portales abiertos en el mundo cibernauta o aquellos que encontramos en las bibliotecas, están ya perfilados con una posición denominacionalista la cual respeto; pero que en algunos casos son extremistas y parcializadas, tanto que no aceptan ni respetan las demás posiciones y experiencias, estos se han levantado por diferentes bandos y de ellos posiciones y criticas muchas veces irreverentes donde el sentido y el espíritu de la palabra sale sobrando… he visto a muchos pelear y ganar argumentos sobre la sangre de su prójimo… y esta es la iglesia bajo el fenómeno del ciberespacio y la lupa de la crítica irracional. Todos parecen tener la razón y muchos defienden lo indefendible… otros atacan al prójimo como si este fuera el anticristo por no pensar como él. Palabras van, palabras vienen… se transforman en insultos y la vergüenza se pierde y el cuerpo de Cristo pareciera ser el cuerpo de alguien que se adueño de él… una posición o la otra…
Mas la verdad seguirá de pie en los corazones de aquellos que la aman, defender la palabra santa de Dios va más allá de ganar argumentos, defender la fe se logra con aquellas palabras esgrimidas por el apóstol amado… "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor unos con otros (Juan 13:35).
Nunca debemos de pretender defender la palabra de Dios si el amor no fingido no es nuestra bandera. Las banderas identifican a los países, al cuerpo de Cristo, su iglesia, la debe identificar la bandera levantada una vez y para siempre en la cúspide del Gólgota, que no se nos olvide que la última palabra la tiene Dios.
Por favor hermanos, si comentamos hagámoslo pero pongamos la bandera del amor de Cristo frente a nosotros. Y aprendamos a identificar doctrina de denominación.